El concepto era un guiño a la extraordinaria experiencia que puedes vivir en éste emblemático lugar, y se dirigía a abuelos, hijos y nietos. Porque la emoción no entiende de edades, sexos, etc.
Bajo el claim "La realidad supera la ficción" articulamos una campaña con un look muy elegante basado en imágenes espectaculares, prescindiendo de la figura del target. Fuimos finalistas, aunque eso no nos consuela. Tenemos la dichosa manía de no conformarnos nunca. Quizá esa sea la clave.